domingo, 28 de octubre de 2012

Festividad de Cristo Rey



Invitamos a la Santa Misa Tridentina según la Forma Extraordinaria del Rito Latino que se celebrará hoy domingo 28 de octubre de 2012 en la Capilla El Buen Pastor, Mendoza entre Junin y Salta, a horas 19:00.-


Salve Rex Vero et Eterno



“Es necesario que Cristo reine…” (I Cor 15,25)


La Fiesta de Cristo Rey es como el broche de oro y el compendio de toda la vida de Jesús. Todo su Misterio es Realeza, así lo contempla la liturgia: desde el anuncio del ángel a María y el deseo de todas las naciones que tienden al Rey prometido, pasando por el pesebre y los dones regios de los magos, hasta llegar al Misterio real por excelencia que es “su Hora”, la hora del Siervo que se abaja, que es coronado de espinas, que proclama la Verdad de su realeza ante Pilatos, que atrae a todo el cosmos hacia sí desde su Trono de gracia y amor en la Cruz. “Regnavit a ligno Deus” nuestro Dios reinará salvando desde el patíbulo. El mensaje del Reino no es algo accesorio en Jesús, sino que el Reino es El mismo: Reino de santidad y de gracia, Reino de justicia, de amor y de paz, como lo canta hoy el prefacio. “Jesús es el Reino de Dios en persona: el hombre en el cual Dios está en medio de nosotros, y a través del cual podemos tocar a Dios, acercarnos a Dios. Donde esto acontece, el mundo se salva” (Joseph Ratzinger)

La Realeza de Jesús no sólo sintetiza su vida desde el pesebre hasta la cruz sino que nos permite abrirnos a la esperanza gozosa de su última venida, hacia el “Aleluya” sin fin de las Bodas del Cordero. Contemplar a Cristo Rey nos abre a la serena esperanza de que “Dios no fracasa” y de que la última palabra de nuestra historia, nuestra tan triste y desolada historia humana, no culmina en el vacío sino en el triunfo del Amor. Ese triunfo silencioso que brota del Rey Crucificado y que quiere envolver en su luz y gracia a toda la realidad humana: lo más hondo del corazón, la familia, la cultura, el sano esparcimiento, la política.

Todo aquel que trabaja en la búsqueda de la Verdad y del Amor, en la búsqueda de humanizar, iluminar y sanear este mundo, está trabajando para que Cristo reine…ya que sólo donde Cristo Reina el rostro del hombre puede ser curado de tantas lepras que deforman su dignidad de imagen de Dios y representante suyo, lugarteniente suyo en la creación. Sólo Jesucristo acogido, escuchado y vivido, celebrado y adorado puede devolver al hombre la plenitud de su sentido y de su esperanza, sólo Jesucristo corona al hombre de gloria y dignidad. Sólo donde reina Jesucristo florece el “Evangelio de la Vida” y el amor humano se convierte en hermoso, sólo donde reina Jesucristo el trabajo es cooperación con el Creador, es desarrollo de los dones de Dios hasta trasformarlos en Eucaristía: el mundo ofrecido en Jesús Rey como oblación de Amor al Padre. Ser cristiano significa que debo ser instrumento vivo de su Realeza, que debo orar cada día por la venida de su Reino y que mi amor lo debe seguir a El, al Rey Eterno, en el humilde ofrecimiento de llevar la cruz cotidiana siguiendo sus pasos. Los seguidores del Rey “aprenden que deben entregarse a sí mismos: un don menor que éste es poco para este Rey. Ya no se preguntarán: ¿Para qué me sirve esto? Se preguntarán más bien:¿Cómo puedo contribuir a que Dios esté presente en el mundo? Tienen que aprender a perderse a sí mismos y, precisamente así, a encontrarse.” (Benedicto XVI)

“Tuyos somos y tuyos queremos ser, y para vivir más estrechamente unidos a Ti, hoy renovamos nuestra consagración a Tu Sagrado Corazón…” (Consagración a Cristo Rey promulgada por Pío XI)

(Extracto de las palabras de P. Marco Antonio OP con motivo de la Solemnidad de Jesucristo Rey del Universo)



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